El proceso del Estado Español es muy aleccionador en materia de maduración política de un pueblo, particularmente lo que pasó el 11 de marzo de 2004 (el famosísimo 11M) en que explotó una bomba en la estación Atocha.
El derechista e infame Aznar intentó manipular a la opinión pública diciendo que el bombazo había sido obra de ETA. Cabe señalar que todo indicaba que Aznar ganaría arroladoramente las elecciones que sobrevendrían en unos cuantos días. Y perdió. En su lugar la gente eligió a Zapatero simplemente porque no querían tener a un mentiroso en la presidencia.
Pasando por gobiernos de centro, de derecha y de centro izquierda, desde la caída de Franco, y con una monarquía a cuestas, el pueblo español consiguió desarrollarse sobre la base de una clase media amplia. En tamaño del PIB, España y México se disputaron durante una década los lugares noveno y décimo a nivel mundial. Sin embargo, la calidad de vida en uno y en otro país son diametralmente distintas. En México tenemos una profunda inequidad, con hombres insultantemente ricos y millones de familias indignantemente pobres. ¿Por qué?
Yo lo explico a partir del control que la ciudadanía tiene sobre los asuntos políticos y la toma de decisiones en el gobierno. Si en México hemos llegado al punto de desastre social, educativo, económico, institucional, en el que estamos es porque políticamente somos una ciudadanía manipulada, una ciudadanía que no tiene acceso a la información de calidad, sometida a las tergiversaciones de las televisoras, apabullada por la jerarquía eclesiástica católica (cosa que no tiene nada que ver con los respetabílisimos sentimientos religiosos de las personas), con un sistema educativo manipulado hasta la náusea por los intereses de una cacique de cara estirada.
Sí, es patético lo que está ocurriendo en Iztapalapa. Y lo peor, lo más doloroso, es patético que la ciudadanía se coma la versión televisa de estos hechos sin cuestionarlos, sin exigir la destitución de los causantes del circo y la clausura de los medios que manejan las conciencias de la gente a su antojo.
Andrés Manuel demostró su fuerza al darle la vuelta a la elección unos días antes; Televisa y la derecha siniestra también están demostrando su fuerza al convertir a Juanito en la atracción principal del circo. El desenlace no está en si Juanito renunciará o no a la jefatura delegacional. El desenlace se va perfilando en la baja de los raitings de las telenovelas de televisa... ¿Será que por fin la ciudadanía se vaya desconectando, comience a soltarse de la garra mediática?
Saludos
Trigo
El derechista e infame Aznar intentó manipular a la opinión pública diciendo que el bombazo había sido obra de ETA. Cabe señalar que todo indicaba que Aznar ganaría arroladoramente las elecciones que sobrevendrían en unos cuantos días. Y perdió. En su lugar la gente eligió a Zapatero simplemente porque no querían tener a un mentiroso en la presidencia.
Pasando por gobiernos de centro, de derecha y de centro izquierda, desde la caída de Franco, y con una monarquía a cuestas, el pueblo español consiguió desarrollarse sobre la base de una clase media amplia. En tamaño del PIB, España y México se disputaron durante una década los lugares noveno y décimo a nivel mundial. Sin embargo, la calidad de vida en uno y en otro país son diametralmente distintas. En México tenemos una profunda inequidad, con hombres insultantemente ricos y millones de familias indignantemente pobres. ¿Por qué?
Yo lo explico a partir del control que la ciudadanía tiene sobre los asuntos políticos y la toma de decisiones en el gobierno. Si en México hemos llegado al punto de desastre social, educativo, económico, institucional, en el que estamos es porque políticamente somos una ciudadanía manipulada, una ciudadanía que no tiene acceso a la información de calidad, sometida a las tergiversaciones de las televisoras, apabullada por la jerarquía eclesiástica católica (cosa que no tiene nada que ver con los respetabílisimos sentimientos religiosos de las personas), con un sistema educativo manipulado hasta la náusea por los intereses de una cacique de cara estirada.
Sí, es patético lo que está ocurriendo en Iztapalapa. Y lo peor, lo más doloroso, es patético que la ciudadanía se coma la versión televisa de estos hechos sin cuestionarlos, sin exigir la destitución de los causantes del circo y la clausura de los medios que manejan las conciencias de la gente a su antojo.
Andrés Manuel demostró su fuerza al darle la vuelta a la elección unos días antes; Televisa y la derecha siniestra también están demostrando su fuerza al convertir a Juanito en la atracción principal del circo. El desenlace no está en si Juanito renunciará o no a la jefatura delegacional. El desenlace se va perfilando en la baja de los raitings de las telenovelas de televisa... ¿Será que por fin la ciudadanía se vaya desconectando, comience a soltarse de la garra mediática?
Saludos
Trigo
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