martes, 23 de junio de 2009

Estiletos y abandono


Estiletos y abandono

¡Dios me libre! El dia de ayer tuve que tomar el transporte colectivo METRO en horas demasiado complicadas, las comúnmente denominadas horas pico. Tenía una cita bastante importante nadamenos que con el abogado que me llevaría un asunto personal. La cita en los Tribunales Superiores de Justicia, frente al Palacio de Bellas Artes.

¿Qué tiene de raro en esta gran ciudad el tomar el transporte colectivo? Nada en realidad, es el medio de transporte más utilizado en esta gran urbe.

Sólo dos cosas, que se me ocurrió llevar estiletos a la cita…tacones ultradelgados y altos, de esos que estilizan la figura y que aumentan la estatura, me sentía altísima con tremendos y hermosos tacones, pero luego una arrepentida de aquellos por lo cansado de la posición y el usarlos para colmo en un transporte donde hay que hacer trasbordos largos.

El gusto de llevar hermosas zapatillas oscuras de puntita y altos tacones, se vio eclipsado de inmediato no por lo cansadas que resultaron si no realmente por que al penetrar al transporte en una de las tantas estaciones y admirándome mis hermosos tacones, vi. los pequeños y desgastados zapatos. Subí mi mirada y ví que la dueña de esos pequeños y desgastados zapatos era una señora de edad avanzada tal vez unos 60 a 70 años, que llevaba una pequeña bolsa de mandado a modo de bolso de mano. Sencilla en su vestir demasiado limpia pero que se le notaba la necesidad a flor de piel.

De inmediato le cedo el lugar, esa costumbre añeja tan linda dónde se cedía el lugar del camión a las mujeres mayores, embarazadas ha quedado atrás, ya nadie se conduele de las personas mayores; es común ver que los hombres dominan los asientos de los transportes públicos fingiendo ir dormidos. Y bueno supongo es parte de la que le llaman igualdad o tal vez es una de esas pequeñas batallas ganadas por el feminismo.
No sé pero a mi modo de ver las cosas eso se llama elemental cortesía, ningún caballero se conduele ya ni de su propia madre si es que la ven parada y cansada.

Y bueno le cedo el lugar y agradecida me pregunta hacia dónde me dirijo, le comento hacia dónde voy y el motivo que me mueve a dirigirme a tal lugar, intercambiamos varios comentarios y yo igual le pregunto hacia dónde es su destino. “A trabajar”.
¿Dónde labora? …le pregunto. “Recogo lo que tiran los demás”… eso me intriga. Y me comenta con un dejo de tristeza y amargura que sus hijos la han echado de su propia casa, que vive con una vecina que le alquila un cuartito en los altos de su casa. Del cual paga poca renta pero para ella se le hace un mundo enorme de dinero. Vive de la caridad y de los desechos de los demás. Va a colonias de mediano poder adquisitivo por que de las zonas dónde viven los verdaderamente ricos no puede penetrar por la seguridad que impera en esos sitios. Va casa por casa pidiendo algo para comer lo que sea es bueno, a cambio de lavar la ropa o limpiar la casa; a ratos con buena suerte alguien le da oportunidad de trabajar aunque sea ese dia pero es una situación rarísima me cuenta ya que la inseguridad y el miedo a ser asaltados domina a la gran mayoría de la gente y ya no le dan trabajo por que desconfían de ella. ¿Me pregunto yo quien puede sentir desconfianza de una señora tan humildemente vestida pero excesivamente limpia? ¿Que bajo su vestido hecho a mano con tela de algodón del más sencillo salé tímidamente los vestigios de un hermoso fondo igualmente hecho a mano pero con un hermoso broquel de los más hermosos encajes?...”Ya es viejísimo, me lo hice hace muchísimos años, cuando aún podía darme esos pequeños lujos..” . Me dice.

Le pregunto si no ha hecho uso de alguna ayuda estatal o federal para hacerse más llevadera la vida,…”sólo despensas, pero hay que ir lejos por ellas y a veces puedo y a veces no puedo ir, a veces no tengo para el pasaje”.

Me siento constreñida por la ancianita que dentro de sus tristezas puedo adivinar aún unas ganas de salir adelante y no vencerse.

1 comentario:

PEPMAC dijo...

Ese es Mexico mi estimada Gabby...el mismo que muchos no quieren de ver...o que incluso no les importa.

Sobre tus zapatos...pos deberias de llevar unos tennis para el viaje en el bolso...al fin son magicos y cabe todo...jejeje

saludos